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UN EXCELENTE MENU DE TRES PLATOS EXQUISITOS….

UN EXCELENTE MENU DE TRES PLATOS EXQUISITOS….

 

Concierto de la orquesta Sinfónica Nacional. Viernes 6 de mayo de 2022. Dirección Emmanuel Siffert. Auditorio Nacional. Aforo 85% . NUESTRA OPINION: MUY BUENO

 

Tan de moda hoy los restaurantes de autor, bien podemos hacer un paralelo con los nuevos estilos y el programa que generosamente nos regalara la Orquesta Sinfónica Nacional.

 

El lugar: Desde su inauguración el CCK es la sede de la Orquesta y regala un marco de jerarquía para disfrutar veladas musicales de excepción.

 Este viernes llamó la atención la enorme cantidad de público juvenil que pobló las gradas medias y superiores, con sus estilos y maneras llenaron de aire fresco la sala. Bienvenidos y esperamos ¡que sea este un lugar de encuentro común y permanente!

 

El chef: El maestro Emmanuel Siffert es un conocido de la casa. Tiempo atrás lo disfrutamos como director en el Ballet de nuestro  máximo coliseo y ha tenido la dirección de la Orquesta de San Juan con gran éxito. Cada una de sus presentaciones en el Auditorio Nacional junto a la Orquesta ha sido una gratísima experiencia para el oyente ya que propone programas poco habituales, solistas de alto nivel  y trabaja con los músicos con la delicadeza de un orfebre de metales preciosos extrayendo verdaderas joyas. Y así lo demostró una vez más lo que justifica que sea llamado nuevamente para ocupar el podio.

 

La cocina y los ingredientes: Nuestra querida orquesta está viviendo una etapa difícil….las políticas existentes desde hace mucho tiempo no han previsto los recambios generacionales y hoy , después de muy largas carreras, sus integrantes símbolo se van retirando….En paralelo otros orgánicos tienen mejores salarios que llevan a un movimiento migratorio.

Tenemos por un lado los experimentados profesores referentes y nueva sangre joven que está haciendo sus primeros pasos…. Todos ellos demuestran un amor a su trabajo y alta entrega, lo cual queda plasmado en el resultado siempre satisfactorio a pesar de los impactos de elementos externos y quizás poco artísticos pero que también deben considerarse.

Igual, hay esperanzas….quien escribe estuvo el día miércoles disfrutando de la Orquesta Nacional Juvenil con sus casi 100 integrantes, todos de nivel superior. El trabajo se está haciendo…falta quizás la visión estratégica para amalgamar ambos organismos y hacer como en el futbol…que las inferiores  sean el semillero de la superior...

Menú de entrada: Un estreno. La obra de José Luis Campana Aoïr el viento del sur (2011), para orquesta sinfónica “live” y gran ensamble de instrumentos acústicos de tradición oral digitalizados.

Este año quienes tienen la responsabilidad de la programación nos invitan a expandir la experiencia a nuevas sensaciones. Una obra en cuatro movimientos que trabaja con el orgánico completo, alternando armonías y disonancias con sonidos grabados.

La obra tiene un carácter de música incidental y me hizo recordar a otras experiencias como el concierto acuático de Tan Dum que presentara hace muchos años la Filarmónica De Nueva York con Kurt Masur….

Buena paleta de efectos y concatenación. El publico la recibió con agrado quedando una sensación de necesidad de algo más….hay mucho potencial por explotar . Gracias al autor por abrir nuevas puertas.

 

EL recomendado del Chef: Concierto para violín y orquesta  en la menor OP 53 de Antonin Dvorak.

Para servir esta exquisitez se contó con la presencia de Xavier Inchausti, antiguo concertino de la casa. Quienes seguimos su carrera desde sus tempranos inicios sabemos perfectametne de su técnica depurada, su sonido limpio y claro y su perfección. Tres aspectos que generosamente regaló en cada uno de los movimientos de la hermosa obra del compositor checo que  fueron expuestos con un sonido diáfano y claro, recreando todos los colores tanto folklóricos como académicos que sabiamente conjuga el compositor en todas sus obras.

Si a eso sumamos la sensibilidad del maestro Inchausti, con una digitación sublime y un manejo del arco digno de admiración, da como resultado un intenso concierto que causa enorme disfrute al oyente.

Justificada y merecida la aclamación final como justa devolución. Sus colegas de antaño y los asistentes regalaron  generosos aplausos. Una interpretación que quedará en la memoria de muchos…

El postre: Una rareza… Sinfonía número 1 Op 44 de Alberto Williams.

Consultando a habitués fue muy difícil encontrar recuerdos de la interpretación de esta joya de la abuela. Había que retroceder en el tiempo entre 40 y 50  años bajo celebres batutas como Jorge Fontenla y Juan Carlos Zorzi ( esta última accesible en la web).

Una vez más el maestro Siffert trajo a consideración una obra exquisita del primer período del compositor, padre del nacionalismo musical. Tres movimientos que mezclan los estilos de poemas sinfónicos de Richard Strauss con la recuperación y elevación de los ritmos telúricos.

Estoy  seguro que  fue primera audición para la mayoría de los asistentes provocando una inmensa ovación  y público de pie luego del último acorde.

Esto me anima a sugerir a quien corresponda que la obra del maestro Williams ( y de otros tantos) merece un gran trabajo de recuperación y difusión. Tenemos en nuestro medio excelentes historiadores y musicólogos que con alguna clase de apoyo y soporte pueden sin dudas embarcarse en semejante trabajo quijotesco. Hay mucho por aprender y disfrutar, y contamos en nuestro país excelentes profesionales que pueden asumir el desafío. Y también orquestas en provincias capaces de recrear y dar un sentido federal a esta idea. Si tenemos en nuestras discotecas las 9 de Beethoven…por qué no tener un tesoro similar de los grandes autores  argentinos?

 

En síntesis, una noche para el recuerdo y la reflexión. Tenemos artistas extraordinarios y autores enormes de los cuales conocemos una mínima parte.

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Andrés Berretta

 
 

 

Andrés Berretta